Aracne fue una gran tejedora que alardeó de ser más habilidosa que la diosa Atenea. Aracne era la hija de Idmón, un tintorero que tenía la lana. Era famosa en Hipepa (Lidia), donde tenía su taller, por su extraordinaria habilidad para el tejido.
- Las alabanzas que recibía terminaron por subirse a la cabeza de la joven, que acabó tan engreída de su destreza como tejedora que comenzó a afirmar que sus habilidades eran superiores a las de Atenea, la diosa de la sabiduría y la guerra además de la artesanía. La diosa Atenea se enfadó, pero dio una oportunidad a la joven para redimirse. Adoptando la forma de una anciana, y la advirtió que no ofendiese a los dioses. La mortal se burló y propuso un concurso de tejido en el que pudiera demostrar su superioridad. Atenea se quitó el disfraz y el concurso comenzó.
Atenea tejió la escena de su victoria sobre Poseidón, a la hora de ser elegido como patrón de Atenas. Aracne tejió una representación de veintidós episodios de infidelidades de los dioses disfrazados de animales: Zeus siendo infiel a Hera con Leda, con Europa, con Dánae y con otras.
Atenea admitió que la joven tenía una gran destreza, pero se enfadó mucho por la irrespetuosa elección del motivo.
La diosa cabreada destruiryo el tapiz de Aracne y la golpeo en la cabeza. Aracne, fue dominada por la vergüenza, huyó y acabó por ahorcarse. Pero Atenea se apiadó de la joven y roció la soga con jugo de acónito (una planta), haciendo que está se convirtiera en una telaraña y transformando a la joven en araña.