«¿Es verdad que si las mujeres practicáis algún deporte que implique levantar peso, dejaréis de crecer?».
«¿El deporte ideal para una mujer es aquel que implique solamente cardio?».
Estas son solamente algunas de las miles de preguntas y cuestiones que la gente te hará en el momento que, siendo mujer, dando igual tu edad o el tiempo que lleves, empiezas o simplemente mencionas que estás practicando algún deporte «para hombres» o que realmente no crean que es el ideal para que una mujer practique.
A lo largo de la historia, las mujeres se han encontrado con innumerables impedimentos que le dificultaron poder formar parte de la práctica en deportes de hombres.
En la actualidad, uno de los casos más conocidos fue la denuncia por parte de la atleta transexual Chloie Jönsson (California) en 2014 a la empresa CrossFit Inc. por discriminación, imposición intencional de daño emocional y competencia injusta. Dicha empresa no permitió competir a la atleta en la categoría femenina de una competición oficial en 2013. De este modo se vuelve a demostrar nuevamente la desigualdad existente entre hombres y mujeres.
Pero a pesar de esto, a lo largo de la historia, mujeres como Kathrine Switzer, rompieron con la barrera que existía entre deporte de hombres y deporte de mujeres. Fue la primera mujer en correr una maratón (Boston) con un dorsal, ésta estaba destinada exclusivamente a los deportistas varones, pero ella logró participar inscribiéndose como KV Switzer, partir de la línea de meta con el dorsal 261 y llegar a cruzar la línea final.
Con el paso del tiempo y gracias a la lucha por la igualdad, son cada vez más los logros de mujeres en deportes, que en un principio, no estaban hechos para ellas.
