¿No se preguntan por qué cuando estamos melancólicos, tristes, angustiados, desganados, sentimos más?
Sí.
Cuando nos encontramos de golpe con estos sentimientos es como si abriésemos la mente y nuestra neuronas empezarán a transmitir y sacar algo que antes no sabías o no podías. Es como si nuestro corazón y nuestro cerebro quedarán para tomar un café y establecieran un acuerdo para transformar esos sentimientos en algo increíble. A veces pienso que la felicidad ciega. Entras en un estado en el que no piensas, no razonas, no te sumerges en el sentimiento. Solo sientes felicidad.
Y eso, ¿no es triste?