Estamos aprendiendo a vivir en un estado incómodo, irreal, espectral…De un modo sorprendente, desasosiego y valentía se vinculan. Nos fundimos en una transformación que nos separa, pero estamos cerca a pesar de la distancia normalizada. Aceptamos y cumplimos las reglas. Por supuesto. El instituto es un lugar seguro. El compromiso y el respeto continúan un trabajo de preparación hecho con vigor, juicio y comprensión. En las equivocaciones, se encontrarán los grandes hallazgos.

Hemos aprendido las reglas. Podemos romperlas con la utopía y el ensueño.

El teatro sigue en el Josefina Aldecoa. Servirá para algo. O para mucho, porque es indispensable (¨"Hay actividades que no sirven para nada y que es indispensable que las haya" - Eugene Ionesco).En el patio. Sin butacas. Con tiras rojas y blancas. Sin telón.

Y mañana más, también. Dirigida por dos alumnos de 1º de Bachillerato, Andrei y Mateo.

Esperan, esperamos que la revista de nuestro instituto sea un inevitable vehículo de acercamiento entre nosotros. Escribid individualmente. Publicad los trabajos de vuestros alumnos. Y más, siempre, más.

Los encuentros de arte exigirán otras vías. No importa. Primero aceptamos la realidad. Pero el arte se cuela en la escuela. Para los griegos del periodo clásico la jornada diaria se dividía en tres apartados: un tiempo dedicado al trabajo (ascholía), un tiempo para el descanso (anápausis) y, por último, el momento del día dedicado al ocio (scholé) La división aristotélica justifica lo inevitable.

Para empezar, gracias por todo. M. Jesús Mañas - Departamento de Extraescolares.