
Extracto del artículo publicado en El País el 28/01/2016 donde varios
escritores reflexionan sobre la despreocupación institucional ante la
conmemoración del cuarto centenario de la muerte del escritor.
“QUE LOS INGLESES SE QUEDEN A CERVANTES; LO TRATARÁN MEJOR”
Andrés Trapiello, escritor:
“....resulta todo un síntoma en un país que parece más entretenido en destruirse que
en construirse. Pero también da cuenta de una encuesta del CIS de 2015 que revelaba
que sólo dos de cada diez españoles admitían haber leído el Quijote. Las últimas grandes
celebraciones en torno a esta obra datan de hace 100 años, cuando formaba parte de la
vida nacional. En Reino Unido, Shakespeare está presente en los colegios, en los teatros,
con un lenguaje actual, mientras que en España resulta ajeno a nuestros
contemporáneos. En vez de dedicarnos a desenterrar sus huesos, los de un cuerpo
muerto, deberíamos prestar atención a su obra, que es lo realmente vivo”.