No se vosotros, pero yo no puedo vivir sin escuchar música. Escucho música en todos lados, haga lo haga. Personalmente, me gusta la música que tiene un ritmo y una melodía marcada claramente, como es el caso de la música de los 80 o los 90, la música electrónica o la música épica. Todo lo contrario a lo que se escucha hoy en día.
La mayoría de la música que se escucha en 2019 es de 3 tipos: Reguetón, Trap y Pop. Pero no un pop como hace 10 o 20 años, sino un pop apagado, sin melodía. Solo compara las primeras canciones de cualquier artista pop con las que ha sacado últimamente, la diferencia suele ser abismal. Entonces, ¿por qué lo escuchamos? Por los acordes.
Si cogiéramos dos canciones pop, una de 2010 y otra de 2019, a priori suenan diferentes, porque no son la misma canción, tienen distinto ritmo y distinta melodía, pero si le quitáramos el ritmo y los adornos musicales, quedan los acordes. Y veríamos que son iguales. Por eso nos gusta, aunque el pop antiguo sea melódico y el nuevo sea más rítmico.
Lo mismo pasa con el reguetón, se basa en el ritmo más que en la melodía, y vemos que todas las canciones de reguetón tienen el mismo ritmo de tresillo 3-3-2 con bombos cada cuatro tiempos.
A lo que quiero llegar con esto es cada vez escuchamos más música rítmica que melódica, al igual que nuestras vidas, que cada vez hacemos menos cosas que molan y nos convertimos en una sociedad consumista. Y eso las grandes marcas lo saben y lo aprovechan.
La mayoría de nosotros detestamos ir de compras, pero hay «algo» que hace que en caso de estar allí nos quedemos bastante más rato del que nos gustaría. No, no te gusta la ropa, lo que te gusta es la música que suena de fondo. Probablemente ya te lo hayan dicho y creas que no es del todo verdad, pero si te paras a pensar dos veces, te das cuenta de que si es posible, pero solo funciona si no te das cuenta.
Otra situación de manipulación con la música se puede ver en… las campañas políticas. Si, las campañas políticas.
Seguro que has visto el típico anuncio de televisión que te dice «vota al partido x» junto con imágenes emotivas y de grandeza, acompañadas de una música épica en algunos casos, emocional en otros casos, que generan sentimientos a las personas que aun no han decidido a quien votar. Es una manipulación de mal gusto, pero cualquier medio audiovisual actualmente tiene que generar fuertes sentimientos, así que poco se puede hacer en contra.
La próxima vez que abras Spotify, vayas de compras o mires la tele, ponte a analizar como te están manipulando.